Hoy en día donde la preocupación por la situación económica nacional se mantiene alta, cada vez más personas buscan formas de optimizar sus gastos diarios. Entre estos gastos, el consumo de combustible para los vehículos representa un área en la que se pueden realizar ajustes significativos. En medio de un contexto con una subida en los precios fijados para la gasolina y el diésel, cobra mayor relevancia que nunca la búsqueda de nuevas formas del máximo rendimiento de nuestro vehículo.
Aquí, exploraremos una serie de consejos prácticos para ayudarte a ahorrar combustible y promover una conducción más eficiente. Te presentamos una serie de consejos prácticos que permitirán como usuario ahorrar en el consumo de tú vehículo, independientemente de la tecnología de este.
1- Mantenimiento Regular del Vehículo:
El principal motivo por que debemos de tener nuestro vehículo siempre optimo es la seguridad vial, pero si lo enfocamos al tema que estamos tratando, un vehículo que no esté bien mantenido también es un riesgo para nuestro bolsillo. Te preguntaras ¿Cómo influye un mal mantenimiento en el consumo del coche?
Pues, un mal funcionamiento de determinados sistemas o piezas de un coche supone un aumento del consumo de combustible. Estas piezas tienen una vida útil y por tanto óptima para el buen funcionamiento. Pasado ese tiempo esas piezas hace un sobresfuerzo requiriendo una mayor cantidad de energía (combustible).
Los puntos más importantes en las revisiones son:
- Filtro de aire: Puede limitar la cantidad de aire que fluye hacia el motor del coche, haciendo que éste trabaje más.
- Filtro de combustible: El encargado de retener las impurezas propias del combustible desde el depósito al motor. Si está sucio, se reduce el caudal de combustible y provoca pérdida de potencia y aumento de combustible.
- Bujías: La chispa para que se produzca la combustión. Si las bujías no están en buen estado, el consumo puede elevarse de forma importante
- Batería: Necesitamos que la batería este en buenas condiciones de no ser así no llegará suficiente energía a las bujías y estas demandarán más consumo de combustible para realizar su trabajo.
- Neumáticos: La presión incorrecta de los neumáticos supone un consumo extra dependiendo de la situación. En estos casos aumenta la superficie de contacto del neumático produciéndose más rozamiento.
- Aceite: Un mal mantenimiento hace que el aceite del coche encargado de lubricar las piezas del motor no tenga la viscosidad correcta obligando al motor a un mayor consumo de energía.
- Inyectores: distribuyen el combustible dentro del motor logrando una mezcla homogénea. Si estos no funcionan bien, el consumo se eleva. De hecho, en ocasiones podemos ver cómo gotean combustible cuando están en reposo. Los fallos de los inyectores son más comunes en los coches diésel.
Para asegurar un óptimo rendimiento, es fundamental programar revisiones periódicas. Esto incluye controlar la presión de los neumáticos, el ajuste del motor, el estado del sistema de escape y la limpieza de filtros de aire y aceite. Un vehículo en buen estado funciona de manera más eficiente, lo que se traduce en un menor consumo de combustible.
2- Planificación de Rutas Eficientes:
Si planificas él viaje bien te permitirá llegar a tu destino de la manera más rápida, fácil, segura, y ahorrando combustible. Por ejemplo, si tienes una caravana de solo diez minutos el viaje de una hora puede provocar un aumento del consumo en gasolina o gasoil de hasta un 14 por ciento.
Es importante anticiparse al viaje y planificar la ruta puede ayudar a evitar tramos congestionados y optimizar el consumo de combustible. Aplicaciones de navegación pueden ser aliadas para encontrar las rutas más eficientes en términos de consumo, evitando horas punta y retenciones.
3- Reducción de Peso y Carga Innecesaria:
Otro de los puntos para tener en cuenta es revisar la carga excesiva puede generar un mayor consumo. Por eso es recomendable retirar objetos pesados que no sean necesarios. Por eso mismo si vas de viaje procura controlar la carga. Evidentemente un elemento clave es el espacio, pero si lo explicamos en datos conducir con 100 kilos innecesarios a bordo ocasiona que el consumo de combustible, en un coche de tamaño medio, se dispare hasta un 6 por ciento.
He de recordarte que no solo esto para viajes largo, también influye en nuestros trayectos diarios (el coche no es un almacén). Además, recuerda lo peligroso que es viajar con carga en el habitáculo, especialmente si no está ubicada correctamente.
Ya sabes ¡Haz limpieza y deja lo imprescindible en el maletero!
4- Conducción Suave:
Evidentemente el modo en el que conducimos es un factor clave para el consumo y si tratamos de contralar la velocidad, intentamos no tener aceleraciones muy bruscas y tampoco frenazos, nos pueden ayudar a una conducción más eficiente.
Asique ya sabes mantén la velocidad lo más uniforme posible, busca ir siempre a la misma velocidad donde puedas evitar en el máximo posible cambios bruscos en la conducción. Por ejemplo, para decelerar, levanta el pie del acelerador y antes de accionar el pedal de freno, si la situación lo permite, puedes dejar que sea el freno motor el que actúe primero. Si has de frenar, hazlo de forma suave y reduce de marcha lo más tarde posible, con especial atención a las cuestas en bajada.
5- Uso Inteligente del Aire Acondicionado:
Pronto llega el calor y durante estos meses nuestro mejor amigo es el aire acondicionado, pero su uso excesivo puede aumentar el consumo de combustible.
Podemos optar por abrir las ventanas a bajas velocidades por ejemplo en poblado y utilizar el aire acondicionado en tramos de autopista/autovía con una temperatura d moderada en carretera puede ayudar a reducir el consumo. Debemos concienciarnos de utilizar el aire acondicionado en momentos que sean necesarios, ya que con este el coche gastará algo más de gasolina.
Para que tengas aire frío en el habitáculo entra en escena el comprensor, un aparato que se acopla al motor y que es el principal responsable de que vayas frescos en verano. Que dependa del motor hace que trabaje más cuando tienes el aire acondicionado puesto y, por eso, tu vehículo consume más gasolina o gasoil.
6- Ve con la marcha más larga y no revoluciones el motor:
Procura controlar el cambio de marchas de manera consecuente. Intenta circular el mayor tiempo posible en las relaciones más largas y a bajas revoluciones. Sobre el papel, para el motor de un coche diésel se aconseja cambiar de marcha entre el 1.500 y 2.500 rpm. En el caso de la gasolina el momento óptimo se sitúa entre 2.000 y 2.500 rpm. ¡El sonido del motor te puede servir como referencia!
¿Cuándo consume más gasolina tu coche?
Bien, a continuación, te mostramos los tipos de consumo. Se dividen basicamente en 3 tipos de consumo:
En ciudad: Evidentemente será el mayor de todos. Se debe a que realizas una conducción irregular donde aceleras y frenas continuamente, algo que no ayuda a reducir el consumo de gasolina.
En carretera: si conduces en autopista el consumo es menor, precisamente porque mantienes una presión constante en el acelerador y tocas menos el freno. Cabe destacar que cada vez que vayas más rápido el consumo de combustible es mayor. Recordarte que no debes de ir a más de 120 km/h, no es recomendable superar esta velocidad si no quieres consumir combustible más rápido.
Mixto: obtendrás unas cifras que se sitúan entre los obtenidos en la ciudad y la carretera ya que es el resultado de hacer la media entre ambas.
En resumen, para poder tener un consumo adecuado e intentar reducirlo al máximo, deberíamos adoptar estos hábitos de conducción eficientes y contribuir a una movilidad más sostenible.
Es responsabilidad tanto de la industria como de los consumidores trabajar juntos para promover una cultura de conducción consciente y adoptar prácticas que beneficien tanto al medio ambiente como a nuestro bolsillo.
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